Salicru celebra seis décadas de liderazgo en soluciones de electrónica de potencia, reafirmando su compromiso con la innovación, la internacionalización y la cercanía con clientes y distribuidores. Con presencia en más de 130 países y un firme enfoque en sectores críticos como salud, transporte y energía, la compañía afronta el futuro con la misma determinación que la vio nacer en 1965, apostando por proyectos a medida y una I+D+i que impulsa la transición energética global.
En su 60 aniversario, Salicru reafirma su liderazgo en soluciones de electrónica de potencia, con un plan de crecimiento basado en la proximidad con el cliente y distribuidor, la internacionalización, la innovación y la capacidad de ofrecer proyectos a medida para sectores críticos.
En 2025 se celebran seis décadas desde su fundación en 1965 en Sant Celoni (Barcelona), cuando Jacint Salicrú inició la producción de transformadores reguladores de tensión. Desde entonces, la empresa se ha convertido en un referente en Sistemas de Alimentación Ininterrumpida (SAI/UPS) y soluciones de electrónica de potencia, con presencia en más de 130 países y aplicaciones en infraestructuras esenciales como hospitales, aeropuertos, centros de datos, transporte ferroviario y proyectos energéticos.
“En estos 60 años hemos crecido manteniendo intacta la vocación innovadora y el compromiso con nuestros clientes”, destaca Eduard Salicrú, consejero delegado. “La compañía mira al futuro con la misma energía y determinación que la han acompañado desde el inicio”.
La trayectoria de Salicru combina tradición industrial y visión de futuro. En los últimos años ha reforzado su expansión internacional con nuevas filiales en regiones estratégicas como Australia, Oriente Medio y Latinoamérica, y ha consolidado su capacidad de producción con la ampliación de su sede central de Santa Maria de Palautordera (Barcelona), que ya supera los 20.000 m².
La apuesta por la innovación constituye otro de sus pilares. Cada año destina alrededor del 5% de la facturación a I+D+i, un esfuerzo muy superior a la media nacional y europea, lo que le permite ofrecer soluciones adaptadas a los retos de la electrificación y la transición energética. Sus rectificadores y convertidores se han incorporado a proyectos de grandes operadores ferroviarios y energéticos, mercados de expansión para la electrónica de potencia.