Circutor

“Hemos introducido en nuestro sistema la pila de hidrógeno para convertirlo en energía eléctrica, en corriente continua, para cargar la batería del vehículo eléctrico”

Publicado: 1 de diciembre de 2025 Categoría: Noticias del sector eléctrico

Ramón Comellas, fundador de Circutor, avanza en Matelec/Genera 2025 una visión disruptiva: estaciones de recarga que combinan energía solar, almacenamiento en baterías y una pila de hidrógeno capaz de generar corriente continua para cargar vehículos eléctricos incluso donde no llega la red. Una propuesta que redefine la autonomía energética, reduce la presión sobre las infraestructuras eléctricas y consolida el compromiso histórico de la compañía con la eficiencia y la innovación. 

“Hemos introducido en nuestro sistema la pila de hidrógeno para convertirlo en energía eléctrica, en corriente continua, para cargar la batería del vehículo eléctrico”
Ramón Comellas, fundador y propietario de Circutor:

 

Hemos introducido en nuestro sistema la pila de hidrógeno para convertirlo en energía eléctrica, en corriente continua, para cargar la batería del vehículo eléctrico

 

¿Qué puede explicarnos de las soluciones para la recarga de vehículos eléctricos y acumulación de energía que presenta Circutor en Matelec/Genera 2026 y el diseño de la solución Ecoasis?

Bueno, es evidente que el futuro la circulación será con electricidad. Puede haber algún otro sistema como el hidrógeno, pero la gran mayoría de la circulación será con el coche eléctrico.

Hay muchos países que ya el coche eléctrico es quizá la parte más importante de los coches que circulan por las calles y es, además, la única manera que tenemos de tener una descontaminación eficiente. Una parte muy importante de la contaminación que estamos produciendo.

Están produciendo coches eléctricos que necesita mucha más energía porque consume energía y tenemos, básicamente, dos sistemas de cargar el coche eléctrico.

Uno es la carga con corriente alterna que cargamos normalmente desde casa o desde el garaje o el sitio donde duerme el coche por la noche y lo cargamos lentamente.

Y este es el mejor sistema, porque no producimos cargas instantáneas importantes y, además, además de utilizar la energía de una forma más sostenida, de una forma en el tiempo más sostenida y podemos cargar de noches, etcétera.

Pero también hay otra forma de cargar el coche eléctrico, que es cuando andamos por la carretera y no podemos llegar a casa porque no tenemos suficiente energía para llegar donde queremos ir y, entonces, tenemos que pararnos y cargar en una estación de recarga. En este caso, la estación de recarga tiene que ser una estación de recarga rápida, lo más rápida posible, porque no queremos estar mucho tiempo parados cargando corriente eléctrica.

Cuando pasa eso, nos ocurre otro problema y es que necesitamos llevar a este punto de carga mucha energía para poder suministrar en este momento el coche.

Y si aparecen al mismo tiempo cuatro coches para cargar y cada uno tiene que cargar muchos kilowatios al mismo tiempo, la energía necesaria.

Para eso es muy importante, y es muy difícil, que tengamos una red de energía en un punto determinado de la potencia suficiente para poder hacer eso.

Normalmente lo que utilizamos son baterías. Son baterías que cargamos más despacio, cargamos más lentamente y luego descargamos sobre el coche que nos viene a cargar en el momento oportuno.

Esto tiene dos sistemas. Primero, que podemos utilizar la energía de una forma más regular, no tenemos que tener puntas de energía de consumo tan importantes y, segundo, que la energía que hemos cargado en la batería la podemos transmitir al coche de la forma que está en la batería, que es en corriente continua.

No tenemos que transformar la corriente alterna en continua para cargar después el coche, que se carga en corriente continua. Por lo tanto, es un uso mucho más eficiente de la carga del coche eléctrico, porque cargamos el coche eléctrico con la propia energía continua que tenemos en la batería.

Eso nos lleva a otras soluciones. Nosotros pensamos que con obtener grandes cantidades de energía cada vez sea más complicado y normalmente se obtienen por sistemas fotovoltaicos o eólicos y se obtienen en un lugar determinado.

Es más fácil que donde tengamos posibilidad de obtener energía fotovoltaica, eólica, sea donde carguemos la batería que después haremos servir para cargar el coche.

Y entonces hemos diseñado unas estaciones donde tenemos una batería que carga energía partiendo del sol o también podría ser de energía eólica si tuviéramos un generador y, luego con esta energía continua, la misma energía continua sin tenerla que transformar la ponemos en el coche.

Eso es un sistema muy fácil porque es un sistema que donde se produce la energía es donde cargamos el coche, no tenemos que transportarla, no tenemos que hacer estaciones transformadoras, no sobrecargamos las redes eléctricas que ya tenemos problemas de sobrecarga y, por lo tanto, es muy útil.

Ahora tenemos un problema, que las energías renovables no son constantes. Podemos tener algún día que no tengamos sol o que no tengamos viento y que no podamos cargar la batería. Entonces, para dar solución a este problema, hemos asumido un desafío importante, un desafío que además nosotros no conocíamos y hemos introducido en nuestro sistema, que es la pila de hidrógeno, poder convertir hidrógeno en energía eléctrica, en corriente continua para cargar la batería.

Como las estaciones de carga del coche eléctrico, la mayoría de ellas, también tendrán hidrógeno para cargar camiones o autobuses que funcionan con hidrógeno.

Con el mismo hidrógeno que tenemos para cargar los camiones, los autobuses, podemos con la pila de combustible cargar la batería y esto nos da una solución que podemos hacer un circuito de carga de potencias elevadas importantes en un sitio donde no llega la red eléctrica. Completamente de energía renovable, que tenemos la gran ventaja que no necesitamos traer la red eléctrica y, además, la energía que estamos consumiendo es energía completamente limpia, completamente renovable.

 

Si miramos atrás, hasta los inicios de Circutor en 1973, ¿cómo describiría aquellos primeros pasos de la empresa? ¿Qué motivaciones les llevaron a emprender este proyecto?

En el año 1973 apareció el primer reglamento electrotécnico de baja tensión que en ese momento no existía y yo en ese momento daba clases de electricidad.

Había terminado la ingeniería hacía un par de años y había sacado una plaza de profesor de electricidad y junto con dos profesores más de electricidad dijimos que podríamos hacer alguna cosa que pedía el nuevo reglamento que acababa de salir, qué y que no se hacía en España este momento como la protección diferencial y empezamos a diseñar equipos de protección diferencial industrial con Toredal para medir diferenciales en grandes.

Lo que pasa que en el mismo momento apareció otra cosa muy importante que fue el momento de la primera gran crisis energética, el año de la OPEP, que el petróleo subió muy poco tiempo, tres veces más caro, pasó de 4 a 16 dólares en poco tiempo.

Entonces dijimos, oye, ¿por qué no trabajamos para ayudar a nuestros clientes a ser más eficientes en el uso de energía eléctrica? Y entonces fuimos cambiando un poco la forma de hacer. Empezamos a hacer equipos de compensación de energía reactiva. Después vimos que para poder ayudar a los clientes era muy importante conocer cómo gastaban la energía y empezamos a hacer equipos de medida.

Estos fueron nuestros orígenes.

 

A lo largo de la trayectoria del Circutor seguro que se han afrontado numerosos desafíos. ¿Cuáles considera que han sido los más significativos para la compañía y de qué manera ha logrado superarlos?

La electricidad, desde luego, ha cambiado mucho desde el año 73.

El año 73 la electricidad solo era una forma de transportar grandes cantidades de energía desde las centrales eléctricas hasta las casas o las empresas, las fábricas, y servía para encender luces y para hacer girar motores, pero no servía para nada más la electricidad.

Pero a partir de los años 80 empezó una gran revolución que ahora no nos damos cuenta, es que apareció la electrónica de servicio. Primero el transitor, después vinieron los circuitos integrados, etcétera. Y eso empezó a poderse hacer pequeños automatismos, a poder manejar la electricidad de otra forma.

La electricidad ya no es solamente una forma de transportar energía, sino una forma de utilizar mejor la energía haciendo pequeños mecanismos.

Después, más tarde, a finales de los 90 y principios de este siglo, apareció otro gran cambio que fue todos los sistemas digitales porque a partir de los sistemas digitales apareció otra nueva tecnología. La tecnología, sobre todo de las comunicaciones, los teléfonos móviles, etcétera, etcétera. Fue eso otro gran avance que se introdujo en la electricidad. Por lo tanto, ha tenido ya dos épocas, pero ahora estamos en una tercera época de otro gran cambio.

La tercera época es que tenemos ahora la inteligencia artificial que nos permite hacer control de todas las cosas mucho más fácil, nos va a dar muchas facilidades en todo lo que es manejar la energía.

Además, podemos y debemos hacer cada vez más energía renovable porque es la única forma que tenemos de no contaminar, no hay otra forma. Y ya sabemos hacer energía renovable, tenemos muchas formas de poder hacer energía renovable y, además, tenemos que hacer mucha más de lo que hacemos en este momento, de lo que utilizamos hoy.

Porque queremos hacer energía renovable no solamente para lo que estamos utilizando ahora, sino para desalar agua de mar, para hacer hidrógeno, para hacer el coche eléctrico, etcétera, etcétera. O sea, que cada vez necesitamos mucha más cantidad de energía.

Todo eso es otro gran cambio que se producirá porque la electricidad ya no se produce solamente en las grandes centrales que continuarán existiendo, sino que se produce también en muchos pequeños puntos que tenemos que integrar al sistema y que, además, son puntos que se producen con energía continua que tenemos que transformar en alterna o no.

A veces podemos utilizarla también como energía continua.